La estatua sufrió varias fracturas en el torso y perdió la punta de la lanza que simboliza el espíritu de lucha de los cubanos. Foto: Blog https://isleos.wordpress.com de Leandro Pérez |
Un lamentable suceso
aconteció en la madrugada de este miércoles 7 de octubre en mi querida ciudad
de los tinajones. El hecho tuvo lugar en el emblemático Parque Ignacio Agramonte
y el centro del ataque fue la representación ecuestre de la estatua que
simboliza La Libertad, ubicada en uno de los niveles del complejo.
Este hermoso conjunto
monumental, todo un símbolo del Camaguey y de sus valores patrióticos y
virtudes, fue mancillado por un individuo mentalmente trastornado: el
ciudadano Pedro Pablo Rondón Tercidor, alias “El Loco”, paciente psiquiátrico
de 38 años y procesado hace algún tiempo por robo con fuerza y otras fechorías
menores. Como resultado de su abominable proceder, la pieza sufrió varias
fracturas en el torso y perdió la punta de su lanza.
Pero lo más
triste de este incidente no es únicamente el hecho como tal, sino su
manipulación por parte de individuos tan socialmente alineados como el ejecutor.
Aunque estamos habituados a las historias de ciencia ficción de la mal llamada
disidencia en Cuba, no deja de incomodarnos la habitual mala fe de sus guiones.
Acciones
similares sobre monumentos, parques, objetos de gran valor artístico, histórico
o arquitectónico acontecen a lo largo y ancho de este convulso planeta. Algunos
son el resultado de planificadas acciones políticas o terroristas, otros
constituyen manifestaciones espontáneas o no, de personas con los más
insospechados y originales móviles individuales.
Por lo general,
tales eventos impactan negativamente en las comunidades a nivel regional o
global, según sea el caso. Nunca faltan, por cierto, las más descabelladas
ideas sobre el motivo o significado de cada incidente y es frecuente que el
sensacionalismo sea su ingrediente principal, aunque los argumentos estén muy
distantes de la realidad.
Según comentan
algunas personas, los exiguos miembros de la UNPACU en Camagüey andan “tras la
huella” de dicho personaje, muy dispuestos a “ficharlo” en sus filas, en cuanto
esté dado de alta en el hospital provincial psiquiátrico de la provincia.
Mientras tanto,
seguiré atento el “Paquete semanal” de quienes tratan de denigrar a toda costa
y a todo costo nuestras verdades. Les invito a seguir la “serie” de las
mentiras sobre lo acontecido en Camagüey a través de las Redes Sociales de
Internet. Esperen también noticias de 14 y medio pies de largo que seguramente
publicará la Sra. “Y”.
http://www.adelante.cu/index.php/es/noticias/de-camagueey/4950-restituyen-a-su-sitio-el-monumento-danado
ResponderBorrarLos de la UNPCU están esperando por el loco que tumbó la estatua: quieren incorporarlo a sus filas! :)
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