Por Tuabaquey, Colaborador de este Blog
Que Irma quisiera hacer cómplice de sus diabluras a Esmeralda fue una cosa; pero esta sacó su casta de piedra preciosa y hoy muestra sus mejores colores.
Simplemente; ante la maldad de la furia del viento y el agua que acompañó a este huracán con nombre de mujer; los habitantes de los norteñas comunidades de Jaronú, Moscú y de todo el municipio camagüeyano de Esmeralda se irguieron y ahí están los resultados.
Acogedoras viviendas construidas y reparadas con el empeño de todos; dígase instituciones gubernamentales del territorio, provinciales, CPA y movimientos de campesinos entre otros, muestran la otra cara de la desolación y la destrucción.
Qué decir del papel de la cultura allí; dando muestra del buen gusto en cuanto evento se efectúa y en el rescate y preservación del patrimonial batey conocido por Jaronú; donde la OHCC con destreza, ingenio y amor hace reverdecer los antiguos caserones de los azucareros.
Testigo de cuanto se ha hecho y hace además de los vecinos; han sido los primeros secretarios del PCC de la región Oriental y los presidentes de los órganos de gobierno del centro de la isla, quienes reconocen la obra de una comarca en revolución con mucho aporte local.
Si hubo escepticismo y preocupación en los vecinos de ese paraje de la geografía camagüeyana, hoy podemos decir que allí no se creyó en lágrimas y se yerguen monumentos al sacrificio, a la responsabilidad y a la entereza de un gobierno que no deja nunca desamparado a sus hijos; porque esos también son los Derechos Humanos que defendemos.
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