Virgilio Mantilla: A pescar la White Card

Como ocurría en la antigüedad. El imperio luego de utilizar a sus servidores los despreciaba; pero esto no es cosa del pasado.

Resulta que los asalariados contrarrevolucionarios que amamanta el gobierno de los EEUU en Cuba; para que denigren, estafen, violen las normas de urbanidad, irrespeten el orden y a las autoridades, y hagan otros actos antisociales al final no reciben lo que esperan de sus amos.


Virgilio Mantilla, ciudadano de pésimo historial antisocial ahora quiere emigrar, quiere irse, a disfrutar del sueño americano antes de volver a cumplir condena por algunos delitos comunes, dígase desórdenes públicos o desacato; u otros no tan comunes como robo con fuerza o lesiones menos graves;entre los tantos que ha cometido en su vida.

Virgilio Mantilla fue detenido infraganti mientras intentaba abandonar el país de forma ilegal junto a otros 13 hombres y dos mujeres, entre estas últimas su esposa Yonarkis Lawton Pérez en la zona conocida como cayo Jutia y El Bañito, en Minas de Matahambre, Provincia Pinar del Rio.

Virgilio se encontraba en libertad condicional por delitos comunes y algunos elementos vinculados a la mal llamada contrarrevolución no quieren entender que este delincuente común vuelve tras las rejas a cumplir el tiempo que aún le resta por involucrarse en este periodo en nuevos delitos.

Pero Mantilla no es elegible. El Míster de la Embajada de los EEUU en La Habana le negó el salvoconducto para salir como refugiado político; las razones son muy sencillas.No tiene aval para ello o lo están estimulando para quehaga más.

Es entonces que el susodicho,ni corto ni perezoso se hizo a la mar en busca de su White Card; para llegar a la tierra de sussueños; pero ojo, eso no se puede saber.

La razón es muy sencilla. El orgullo de este mercenario y de otros como Jiordan Marrero Huerta está por encima y es un gran chasco que se conozca que ni así Mantilla pudo emigrar.

El ridículo, la frustración y el descrédito que envuelve a estos personajes salió nuevamente a la luz, pero la verdad es que Virgilio Mantilla teme a que sus “socios” le ajusten cuentas por estafador, por timador y que la sociedad le reclame el pago de actos antisociales y vuelva ante la justicia.