jueves, 20 de abril de 2017

#Camagüey: #Najasa crece y se desarrolla gracias a la Revolución #Cubana


No sabría cómo o por dónde empezar este post, es que existen muchas circunstancias para enumerar. Podría comenzar por la designación de Jorge Luis Tapia como Primer Secretario del Partido Comunista de Cuba en Camagüey, una provincia necesitada de una visión revolucionaria distinta, transformadora, un territorio con todas las condiciones subjetivas esparcidas por una tierra, antaño alta productora de alimentos y hoy deseosa de entregar nuevamente sus frutos y honrar el sacrificio del trabajo, del esfuerzo de hombres y mujeres que se enfrentan a la sequía, el marabú y a “poderosas fuerzas dominantes dentro y fuera del ámbito social y nacional”.


La era del nuevo Camagüey ya comenzó y el cambio se percibe en sus calles y desde cada rincón se suman todos a la transformación ciudadana. El municipio Najasa, tierra de heroicas tradiciones combativas, se suma al nuevo movimiento de productividad y es hoy un mar de emociones populares, una ola gigante de desarrollo y fervor revolucionario que inunda a su pobladores.

Por todos lados se asoman albañiles, constructores al pie de la obra, voluntarios trabajando para que el futuro florezca con la calidad y el tiempo necesario; ejemplo de ello es el moderno policlínico con su salas climatizadas y equipos especializados de última generación, el remodelado Campamento de los Pioneros Exploradores junto al Área de Comercio y la extensa obra de la Escuela de Equitación, como los principales baluartes de la naciente prosperidad que se vislumbra en este municipio.

En todo este movimiento se inserta también la iniciativa del campesino, asociado a la CCS u otras formas de producción que conoce las potencialidades de esas tierras para desarrollar el turismo sano, de sendero, de descubrimiento y conservación del bosque fósil, sembrando orquídeas y otras plantas exóticas en parajes difíciles para su reproducción.

Con orgullo narró a este cronista ocasional el campesino Gilberto Augusto Rodríguez Carmenates, residente en la finca “La Josefina”, como su padre con una preparación autodidacta, ayudó a preservar el bosque fósil, hoy una de las atracciones turísticas de la zona, sembró un hermoso orquideario y otras plantas exóticas que lego como preciado tesoro a sus dos hijos, que mantienen y pretenden desarrollar esta tradición sin dejar de producir alimentos.

Gilberto muestra orgulloso los numerosos diplomas recibidos por su padre, fotos al lado de dirigentes del Partido y la ANAP, reconociendo su trabajo y afirmando que la revolución nunca lo abandonó.

Pero como dicen en Cuba: “vista hace fe”. Por esa razón, comparto con ustedes las imágenes y videos que muestran el progreso de este municipio camagüeyano y los beneficios sociales que hoy disfrutan sus pobladores.

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